Carta de una becaria aprendiz de periodista

Fue en 5º de Primaria, con 10 años recién cumplidos cuando por algún tipo de iluminación decidí dedicar mi vida al periodismo. Es cierto que siempre fui mucho de leer periódicos para después, para desgracia de mi madre, apilarlos en mi habitación. También es cierto que cuando se acercaba bachillerato y selectividad mis padres intentaron llevarme por el ''buen camino'' tratando de convencerme para que estudiara empresariales o económicas, pero terca de mi, sus mil y un intentos fueron en vano. 

En 2009, hice selectividad y entré firme y con el pie derecho en la facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU San Pablo. Por fin se hacía realidad uno de mi sueños, estudiar la que era, es y será siempre la carrera más bonita del mundo. Durante estos tres años ha cambiado mi chip académico. Hay que reconocer que en el colegio era algo rebelde y mal estudiante. Pero puedo certificar aquello de que cuando estudias lo que te gusta todo es diferente. He puesto mi empeño en exámenes y trabajos como nunca antes lo había hecho. Seguramente motivada por algo muy importante que todos deberíamos tener: ilusión.

Pues bien, esa ilusión, constancia, esfuerzo y trabajo me han llevado a dedicar hoy estas líneas a mi primera experiencia como becaria en un medio de comunicación. A contar mis primeras sensaciones como periodista en Onda Cero.

Claro que no puedo dejar de mencionar a las piezas clave de la historia que han hecho posible que esta beca se hiciera realidad: Los mejores equipos que se puedan tener. Por una parte mi familia, mi equipo favorito, que siempre me ha apoyado en todo. Quienes me dan las buenas noches y los buenos días. Quienes me dan ánimos como nadie cuando los necesito. Quienes han trabajado y trabajan mucho para que yo tenga lo mejor. Es hora de empezar a devolverles todo lo que han hecho por mi. Aunque sea en pequeñas dosis. Se merecen lo mejor porque son los mejores: Papá, mamá y Alberto.

Por otra parte mi otro equipo favorito, el que he formado con mi compañera y amiga Marta Dochao. La persona con quien he compartido días y días y días de estudio, trabajos y de momentos irrepetibles. Con quien mejor sintonía tengo. Dicen que en el trabajo es fundamental tener afinidad con los compañeros para que los resultados sean buenos. En nuestro caso creo que los resultados, casi siempre, han sido excelentes. Entre las dos hemos formado un equipo constante, responsable e inigualable lo que nos ha llevado, entre otras cosas, a poder estar este verano en Onda Cero. La mejor compañera que se pueda tener. Un orgullo para mi.

El otro equipo clave. La Familia Mañana 2. En marzo de 2012 mi profesor de radio Mario Alcudia me propuso formar parte de un proyecto del Grupo Antena 3. Me faltaron segundos para contestarle que sí. De marzo a junio Marta Dochao, Iciar Castro, Fran Rico, Arsenio Fernández de Mesa y yo nos pusimos manos a la obra con el ‘Proyecto Mañana 2’. Competíamos con 3 de las mejores universidades de España por una beca en Onda Cero. Teníamos que ganar. La buena sintonía entre los 5 acompañada de la presencia de los mejores profesores de radio que pueda haber, Mario Alcudia y Chema Legorburu me hicieron sentir más que orgullosa de aquel grupo. Trabajamos muy duro. Llegó el día de la presentación. 28 de Junio. Onda Cero. Aquel día fue uno de los más gratificantes de mi vida. No podía sentirme más orgullosa de todo mi equipo. En ese momento casi daba igual ganar o perder, lo que habíamos crecido y aprendido esos 3 meses atrás no tenía ningún precio. Claro, que el trabajo bien hecho siempre tiene su recompensa, y la tuvo. Ganamos. El premio: Becarios durante tres meses en Onda Cero.

En Onda Cero me colocaron en el equipo de Noticias Fin de 
Semana. Durante mi vida he tenido la suerte de formar parte de los mejores equipos que hay y en Onda Cero esto se volvió a certificar. Mi jefe, Juan Diego Guerrero, me puso a hacer los boletines nocturnos del fin de semana durante Julio y Agosto, y sí, quien dice nocturnos dice de 00:00 a 08:00. No solo trabajaba en fin de semana cuando los demás descansaban sino que para más inri trabajaba por las noches cuando los que descansaban estaban descansando, valga de redundancia. Todo una paradoja. Pero una paradoja apasionante. Increíble aquello de entrar a trabajar viendo las constelaciones en el cielo. Un cielo que no era ni azul, era negro puro. Pero sin duda aquellas noches fueron geniales y lo que aprendí no está en los escritos. Tuve el placer de informar antes que nadie de la muerte de Neil Armstrong o de la victoria de Apple en el juicio frente a Samsung, notición donde los haya.

Llegó Septiembre y empezaba la universidad. 4º de Carrera. Juan Diego me cambió el turno y me puso por las mañanas para hacer el informativo de las 14:00. Todo un acierto. Este mes he podido trabajar mano a mano con él, con Mamen Rodríguez, Ignacio Jarillo, Ismael Terriza, Carmen Sabido y Diana Rodríguez. Un equipo un tanto surrealista pero el mejor que hay. He disfrutado, me he reído, he trabajado pero sobre todo he aprendido y crecido como profesional. Doy las gracias, desde este blog, por lo que me han aportado todos y cada uno de ellos.

En esta imagen faltan 2 piezas clave: Ignacio Jarillo y la gran Carmen Sabido

Ayer terminé esas prácticas y ya las echo de menos. Han sido tres meses 

increíbles. De los mejores de mi vida. De los que solo puedo dar gracias por todo lo que me llevo conmigo. Tres meses que no han hecho otra cosa sino confirmar que esta es la mejor profesión del mundo y que me quiero dedicar plenamente a ella. Los sueños están para cumplirlos. Nadie nos va a regalar nunca nada. Pero con esfuerzo, trabajo, constancia y sobre todo con ilusión, todo, absolutamente todo, se puede conseguir.

Este es solo el comienzo de mi trayectoria periodística. 

Laura Gallo López
@LauraGalloLG

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